No desvirtuemos las redes sociales publicando contenidos falsos
No acabo de entender por qué determinadas personas se empeñan en publicar contenidos falsos en las redes sociales. Están desvirtuando unas herramientas que podrían ser magníficos medios de comunicación por su inmediatez y por su viralidad.
Con ocasión del terremoto con epicentro en la localidad albaceteña de Ossa de Montiel ha vuelto a pasar lo que a mí me saca de quicio. Determinadas personas han subido a sus perfiles fotos falsas como éstas:
Ya tuvimos un ejemplo con el pavoroso incendio en el parque natural del Montgó. El Montgó está en la localidad alicantina de Denia. Ocurrió en verano. En esta ocasión se colgaron fotos de casas ardiendo que luego se descubrió que fueron tomadas hace muchos años en un incendio en Perú.
Los contenidos falsos no tienen ningún sentido
¿Qué sentido tiene intentar engañar a la gente con estas fotos falsas? ¿Qué placer se obtiene? ¿Por qué desvirtuar las redes sociales o lo que algunos también llaman medios de comunicación sociales?
A mí me gusta esta última acepción. La de medios de comunicación sociales. Vuelvo a repetir que deberían ser utilizadas para comunicarse. Pueden usarse legítimamente para crear corrientes de opinión, para cambiar la opinión de un gobierno e incluso para hacer un llamamiento a la población para protestar contra decisiones de los poderes públicos.
Jamás comunicarse había sido tan rápido. Jamás los medios de comunicación tenían la capacidad de remover conciencias y movilizar a la gente. Pero, claro, si se publican constantemente contenidos falsos su utilidad se desvirtúa. Los receptores cada vez darán menos credibilidad a los mensajes o noticias que en las redes sociales se publiquen.
Se está perdiendo unas ocasiones fantásticas para liberar la información de los grandes grupos editoriales y de presión.
A ello hay que añadir la frivolidad con que se emiten muchos mensajes en las redes sociales, los insultos, las acusaciones infundadas…Ello puede dar pie a que los gobiernos y los grupos presión tengan la excusa perfecta para imponer una ley mordaza sobre las redes sociales.
Utilicemos el sentido común y utilicemos adecuadamente los medios de comunicación sociales. No les demos pie a los poderes públicos para implantar la censura como ya han amagado en hacer. Los profesionales de los contenidos evitan desde luego estas prácticas.