Contenidos de calidad versus publicidad tradicional

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La publicidad tradicional está perdiendo posiciones respecto a la nuevas formas de comunicarse. Por ejemplo con los contenidos en los blogs corporativas. ¿Qué diferencias hay entre la publicidad tradicional y los contenidos de los blogs. Tampoco hay que olvidar los contenidos en las redes sociales.

Existe todavía mucha confusión entre la creación de contenidos de calidad para un blog corporativo o para compartir en redes sociales por ejemplo  y la publicidad tradicional.

Todavía se considera que la elaboración de contenidos se ha de basar en la enumeración exhaustiva de las bondades de los productos.

Los contenidos son una pieza clave dentro de las estrategias de marketing de muchas empresas.

Se confunde en ocasiones con un folleto comercial. En el mundo online, baste decir, que el tradicional banner está cayendo en desuso. En muchas ocasiones resulta muy intrusivo.

Pongamos un ejemplo. El mensaje de una empresa de cosmética será mucho más efectivo si a su cliente potencial se le ofrecen consejos sobre cómo cuidar un determinado tipo de piel que si se le bombardea con los “call to action”. Es decir, las llamadas a la acción permanentes para que compre una determinada marca de crema con efectos casi milagrosos.

La empresa, con sus consejos, habrá conseguido captar la atención del usuario. Le habrá ofrecido una información útil. Con este tipo de contenidos conseguirá que, cuando finalmente se decida a comprar una crema para cuidar su piel opte por el de la empresa que ha sido capaz de crear un contenido con valor.

No es sencillo crear este tipo de contenidos.

Se suele caer en la tentación muy a menudo de convertirlos en publicidad de los productos que la empresa desea vender. Es una tentación muy lógica. Las empresas se crean para vender.

La publicidad tradicional olvida a veces que el consumidor está cada vez más informado

Pero lo cierto es que el consumidor cada vez está más informado y exige contenidos que le aporten valor añadido. En este sentido, la primera tarea de una empresa es conocer qué es exactamente lo que le está pidiendo su cliente, otra tarea que tampoco es sencilla. Y luego crear contenidos de calidad.

Como tampoco es fácil captar la atención del consumidor sobre una determinada marca y menos en el mundo on line. El cliente, el internauta, elegirá en segundos si el contenido que está viendo en la pantalla de su ordenador, teléfono o tablet le interesa o no. Así que las empresas tienen un espacio de tiempo muy reducido para atrapar a ese cliente.

Otro de los consejos que muchos expertos comienzan a transmitir a las empresas es que es mucho mejor la calidad que la cantidad.

Mejor publicaciones espaciadas con buenos textos, buenas fotos. Si los presupuestos lo permiten acompañados de infografías. También videos. Todo menos contenidos faltos de interés con mucha frecuencia.

Para ello, debe existir una comunicación casi constante entre los responsables de los productos y los encargados de la comunicación corporativa.

¿Y tú? ¿Quién crees que ganará la batalla? ¿Los contenidos o la publicidad tradicional?

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